¿Cómo se hacen las galletas proteicas caseras?
Las galletas proteicas caseras son una excelente opción para aquellos que buscan una alternativa saludable y deliciosa para satisfacer sus antojos de algo dulce. Además de ser deliciosas, estas galletas están cargadas de proteínas, lo que las convierte en un refrigerio perfecto para después del entrenamiento o simplemente para mantener los niveles de energía durante el día. Esta receta es fácil de seguir y te permitirá disfrutar de unas galletas sabrosas y nutritivas en poco tiempo.
Ingredientes:
1 taza de harina de avena
1/2 taza de proteína en polvo saborizada (puedes utilizar la que prefieras, como suero de leche, caseína o proteína vegetal)
1/4 taza de mantequilla de almendras o de cacahuate
1/4 taza de miel o sirope de arce
1 huevo grande
1 cucharadita de extracto de vainilla
1/2 cucharadita de bicarbonato de sodio
Una pizca de sal
Opcionales: chips de chocolate, nueces picadas, pasas, coco rallado, etc.
Instrucciones:
Precalienta el horno y prepara la bandeja:
Precalienta tu horno a 180°C (350°F).
Cubre una bandeja para hornear con papel pergamino o un tapete de silicona antiadherente.
Mezcla los ingredientes secos:
En un tazón grande, combina la harina de avena, la proteína en polvo, el bicarbonato de sodio y una pizca de sal. Mezcla bien estos ingredientes secos con una cuchara o un batidor de mano.
Mezcla los ingredientes húmedos:
En otro tazón, mezcla la mantequilla de almendras (o cacahuate), la miel, el huevo y el extracto de vainilla. Bate estos ingredientes hasta obtener una mezcla suave y homogénea.
Combina los ingredientes:
Vierte la mezcla de ingredientes húmedos en el tazón de ingredientes secos y revuelve con una espátula o una cuchara de madera hasta que todos los ingredientes estén bien incorporados. La masa resultante debe ser densa y pegajosa.
Agrega extras (opcional):
Si lo deseas, puedes agregar chips de chocolate, nueces picadas, pasas, coco rallado u otros ingredientes adicionales a la masa y mezclar suavemente para distribuirlos de manera uniforme.
Forma las galletas:
Con ayuda de una cuchara o tus manos ligeramente humedecidas, toma porciones de masa y forma bolitas del tamaño de una nuez. Coloca cada bolita en la bandeja para hornear preparada, dejando suficiente espacio entre ellas para que no se peguen al hornearse.
Hornea las galletas:
Transfiere la bandeja al horno precalentado y hornea las galletas durante 10-12 minutos, o hasta que estén ligeramente doradas en los bordes. Es importante no sobrecocinarlas para que conserven su textura suave y jugosa.
Enfría y disfruta:
Una vez horneadas, retira las galletas del horno y déjalas enfriar en la bandeja durante unos minutos antes de transferirlas a una rejilla para que se enfríen completamente. Una vez frías, ¡están listas para disfrutar!
Estas galletas proteicas caseras son perfectas para satisfacer tus antojos de algo dulce mientras te brindan un impulso de proteínas y energía. Guárdalas en un recipiente hermético para mantener su frescura y disfrútalas como un refrigerio saludable en cualquier momento del día. ¡Buen provecho!